Durante los últimos años, las cocinas modernas se han convertido en el referente favorito para decorar este espacio. En estas se buscan diseños limpios, materiales de última generación y dinamismo. El foco es la funcionalidad.
En esta nota, te presentamos cuatro consejos de decoración esenciales para darle ese toque moderno a tu cocina.
1. Sinergia de materiales
Una cocina moderna debe conjugar funcionalidad y ergonomía en todos los elementos que la conforman, por lo que la calidad, resistencia y durabilidad de sus materiales es esencial.
Combinar metales (como acero inoxidable, hierro o cobre), piedras naturales (tipo mármol, cuarzo, granito o cuarcita), corian, madera maciza, lamicolor (preferiblemente, con acabados en líneas curvas), fibras naturales, vidrio y otras materias primas en tu cocina, resaltará su carácter contemporáneo y refinado.
Por supuesto, esto también aplica para complementos decorativos, artefactos y utensilios, de modo que todo se integre armónicamente.
2. Mobiliario funcional
Que brinde, principalmente, practicidad y soluciones de almacenamiento. Así, se busca incluir columnas extraíbles en las alacenas que permitan guardar diversos elementos (vajilla, cristalería y también las compras regulares) y colocar cajones de sistema corredizo (con costados rectos y aluminio anodizado o de cerrado suave en dos alturas) que optimicen el espacio.
Por ejemplo, incorporar una sola línea de armarios en colores claros es una excelente solución para las cocinas de estilo más alargado, ya que da un efecto de «ensanche» a la vista y, por ende, más amplitud.
También, instalar columnas exentas o armarios para ocultar pequeños electrodomésticos (microondas, batidora, etcétera), mantiene despejada la mesada principal, dando esa idea de superficie continua y una percepción de mayor extensión. Del mismo modo, equipar los cajones con amplias divisiones y bandejas plásticas o de metal, ayudará a que los utensilios se mantengan siempre en su lugar.
Todo esto, complementará a la perfección el estilo moderno que quieres imprimirle a tu cocina, además de que facilitará su distribución y organización.
3. Suma «metros»
No solo con el mobiliario, sino también con tonalidades, mezcla de texturas e iluminación. Hoy en día, las cocinas se han convertido en espacios versátiles en los que se puede, además de comer y cocinar, trabajar, relajarse y compartir un rato agradable con la familia o amigos.
Se diseñan con un propósito multifuncional que prioriza el espacio compartido y fomenta la interacción social. Por esto, es importante disponer diversos elementos que la hagan lucir amplia y, sobre todo, acogedora. Para lograrlo, lo ideal es:
- Prestar atención a las piezas decorativas que quieres para tu cocina y a su disposición. Por ejemplo, las mesas tipo bistró, redondas y abatibles tienen el diseño perfecto para aprovechar mejor los espacios, en especial los rincones. Particularmente sobre este tema, te sugerimos medir la distancia que hay desde la mesa hasta el mueble más cercano al ubicarla, de manera que quede en la posición correcta.
- Incluir un banco corrido como asiento de mesa, en vez de otro par de sillas, ya que ocupará menos lugar en tu cocina. Los taburetes también son una alternativa idónea para esto. Si, por el contrario, optas por sillas, elige modelos cómodos, con la estructura y medidas adecuadas, para que no interrumpan el fácil acceso y movilidad en la zona.
- Añadir, si las dimensiones lo permiten, un mueble en isla con o sin fregadero, por las diversas funciones que ofrece: zona de desayuno, almacenamiento u office, superficie extra para preparar alimentos y más.
- Convertir la iluminación en protagonista, incorporando distintas fuentes de luz en todo el sitio o aprovechando las principales entradas de luz natural. Así, abre ventanas, coloca lámparas de techo para brindar iluminación general, focos empotrados que aumenten la luz directa en los puntos que quieras resaltar o luces alargadas dentro de las alacenas, para mejorar la visibilidad interna.
- Jugar con texturas que complementen el resto de los elementos dentro del espacio y den esa sensación de amplitud: fibras naturales en alfombras e individuales, una pared con empapelado en tonos claros y relieves, cojines con mezcla de tejidos, distintos tipos de plantas, etcétera.
4. Armonía de colores
Elegir tonos que destaquen las cualidades del espacio, complementen el mobiliario y agranden su tamaño a la vista, es fundamental. Principalmente porque se ha venido fusionando la cocina con otras estancias como el salón o el comedor, lo que ha hecho desaparecer las formas y colores discordantes.
Es por esto que cada vez se hace mayor uso de colores claros, suaves, neutros y homogéneos como beige, greige (que resulta de la combinación de diferentes tonos de gris con el toque cálido y natural del beige), marfil, crema, grises y, por supuesto, blanco.
Aunque, debido a la tendencia de vincular los espacios con la naturaleza, se aprecian otro tipo de combinaciones en tonos más cálidos, como verdes y colores tierra, que aportan una sensación de tranquilidad y calma, pero con un poco más de color.
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